Estados Unidos, poca cosa que decir
Sí, no cabe dar demasiados detalles. Sólo decirte que durante mi primer viaje tenía 21 años y fui a realizar una estancia con una familia de Pittsburgh. Recuerdo que el padre era médico y tenía tres hijas muy guapas. Una de ellas casualmente cumplía los 18 años en aquel periodo, por lo que pude asistir a todos los detalles y preparativos de la típica celebración y puesta de largo de una joven americana. Vivían en una casa que me recordaba la película “Lo que el viento se llevó”. El padre coleccionaba coches antiguos y me presentó a la sociedad “americana” a través de las reuniones del club Rotary. Aquí fue la primera ocasión en la que hablé delante de una audiencia, y yo tan jovencito!
Al acabar mi estancia aproveché la ocasión para visitar Nueva York, Washington, Boston y las cataratas del Niágara.
A partir de esta experiencia juvenil he realizado más viajes para visitar a amigos en San Diego, y recientemente he vuelto a Nueva York, una ciudad que siempre me hace sentir bien acogido.