Myanmar, la antigua Birmania
Este país marcó un poco mi etapa como fotógrafo y viajero. Como viajero, porque la primera vez que lo visité, fue cuando este país se abrió al mundo y mientras lo recorría de forma solitaria pude descubrir maravillado la sonrisa eterna de los birmanos, llegando un día a decir incluso que era mi país favorito de Asia. Y como fotógrafo porque aquí hice una de las mejores fotografías de mi carrera y la que quizá más me ha marcado en mi vida, la fotografia del monje de Mandalay, con quien después de 18 años volví para reencontrarme en el curso de una aventura nostálgica que finalmente no contó con el guiño de la diosa Fortuna.