Marruecos, toda una sorpresa
Marruecos, un país que tardé mucho ir por el mero hecho de que todo el mundo viajaba. Entonces no quería sentirme turista de un país muy tocado.
Pues por serlo el primer puesto fue Marrakech y bueno, no me desagrado por su mercado nocturno de comida en la plaza Jemaa El Fna, lo encontré divertido y diferente; y Essaouira por el hecho de la llegada del pescado al puerto y la gente que te lo freía allí mismo; Fez, las calles de la medina y principalmente ver los curtidores de piel trabajando; Chaouen, el pueblo azul, nombre que recibe por las fachadas pintadas en diferentes tonalidades de azul.
Al final fue toda una sorpresa agradable que valió la pena.