Entre estas islas hay una que, para mí, destaca sobre todas. Esta es Tanna, la isla más primitiva de Vanuatu descubierta en el fin del siglo XVII por el capitán Cook, donde aún encuentras pueblos primitivos que no quieren saber nada del mundo occidental, que aún viven de manera tradicional: conservan y practican los ritos de iniciación y circuncisión e incluso hay quien hace fuego con dos piedras. Son los small nambas que viven de igual manera que sus antepasados y no han querido evolucionar. Tienen costumbres muy arraigadas, disfrutan de paisajes soberbios y les acompaña el volcán Yasur, todavía en actividad. Es un viaje en el tiempo y a la aventura.
Tan solo llegar al aeropuerto se me acercó un hombre llamado John, que me ofreció llevarme hasta el pueblo de Lenakel, el mayor de la isla. Por el camino charlamos y le dije que estaba interesado en ver una ceremonia de circuncisión. A partir de entonces ya no nos separamos más. Me instalo en su casa con sus hijos y sus gatos.
La mayoría de su familia vive en Lamnatu, un pueblo del interior donde mi llegada provocó un gran revuelo. Allí conocí a sus padres, hermanos y vecinos. Todo el mundo fue muy hospitalario conmigo, no me dejaban ni un momento. Tenían mucha curiosidad por saber qué eran aquellos edificios de Barcelona que les mostraba en postales (Sagrada Familia, Catedral).
John tenía una casa de propiedad. Los melanésicos creen que son criados por la tierra que pisan, de la misma manera que lo hacen las plantas y los árboles. Cada familia tiene derecho a ocupar el trozo de tierra que ha heredado de sus antepasados, pero nunca a venderla. La única manera de adquirir propiedades fuera de su clan es casándose con una mujer de otro clan. Aunque los locales son indulgentes con los extranjeros, uno nunca debe salirse de la carretera para entrar directamente en un pueblo o coger una fruta. Para ellos es toda una provocación, ya que, para la cultura melanésica, hacer uso de una propiedad privada es una gran ofensa.
En Vanuatu las ceremonias de circuncisión son muy frecuentes en septiembre y es un evento que se celebra durante dos días con mucha intensidad. Había llegado el momento de ver la auténtica ceremonia de circuncisión. Para ellos, la vida tradicional es un ciclo de rituales: el nacimiento, la circuncisión, la boda y la muerte.
Llegamos por la mañana a la gran explanada, o nakamal, de Lowkueria. Hay mucha gente. Nos reciben los abuelos de los niños que serán circuncidados. Entro en las casas para ver los preparativos, que empiezan con la sesión en que tanto los hombres como las mujeres se pintan las caras y se visten con plumas, guirnaldas de Navidad y ropa de muchos colores. Ciertamente son tan llamativos que despiertan toda mi atención.
Cuando el niño nace, le ponen nombre de niña y le cambian solo el día de la circuncisión, a la edad de entre 10 a 12 años. Entonces es cuando lo llevan al bosque donde le construyen una cabaña sobre un árbol, en donde pasará tres meses después de ser circuncidado. Solo le llevarán comida los hombres de su familia, ya sea el padre, los tíos o los hermanos. Cuando las heridas han cicatrizado, vuelve con su familia para celebrarlo. A partir de entonces ya será considerado un hombre, y su madre ya no lo podrá castigar porque su rango será más alto que el de su progenitora. Vivirá con su padre o con los hombres de su familia, y le enseñarán las tradiciones de su clan y a tener responsabilidades. Ahora ya puede vestir el namba.
Mientras los amigos llegan de otras islas para celebrar la gran fiesta que se hace en la gran explanada del pueblo llamado, nakamal. Consiste en la ofrenda de alfombras de palma y en la matanza de cerdos, cabras y vacas, además de mucha comida que llevan los invitados.
Cuando oscurece empieza el baile que durará toda la noche. Hombres y mujeres bailan enérgicamente en medio de la plaza, al ritmo de los tambores. Descalzos, dan vueltas de izquierda a derecha, saltando arriba y abajo. Los bailes tienen movimientos diferentes y las nubes de polvo que se levanta se mezclan con el humo de diferentes fogatas en un ambiente misterioso. Todo el cuerpo vibra como la tierra que, a veces, parece que se hunda hasta salir el sol.
Al día siguiente hay resaca en todo el pueblo, y se aprovecha la comida de la fiesta, que puede durar semanas. Vivir esta ceremonia ha sido toda una experiencia.
Pero la experiencia culminante de Tanna era vivir con los más primitivos de la isla, los que aún viven como sus antepasados, los small nambas. El hijo mayor de John, Philippe, me acompañó al poblado de Lenaulaul, nuestro destino y objetivo principal.
There is definately a lot to learn about this subject. I love all the points you have made. Hildagard Herb Phelgon
Wow, awesome blog layout! How long have you been blogging for? Josi Harmon Erickson
Blogging not many years but travelling many years